domingo, 12 de julio de 2009

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.

Una vez leí este poema. Creo que tenia 16 años. Me gustaba tanto que lo escribí en la pared de mi habitación. Y lo sabia de memoria. Lo sentia mio.
Hoy me reencontre con él, desde otro lugar. Hoy lo siento más mio que nunca.

I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
JLB



1 comentario:

Anónimo dijo...

qué curioso... yo también lo leí con 16 años y me marcó para siempre.
Hoy con 25, lo vuelvo a hacer mío y me entristece. Un saludo dsd el otro lado del charco